22 de abril de 2012

PARA MI HOMBRE DE BLANCO

Sólo por hoy, y para siempre.

Son esos momentos únicos, aquellos que te hacen perder la noción del tiempo. La rapidez de los segundos y lo inevitable que es saber que todo tiene que terminar. Todo termina, tiene un inicio e inevitablemente te guarda una despedida que no siempre va a acorde con lo que sueñas y quieres. Estas allí, estoy aquí, estamos juntos y nada más importa. Los segundos avanzan sin ningún temor, estas a lado mío; ya no es necesario esperar más; porque eres real, te veo y ya no hay pasado que importe ni futuro que aguarde. Es hoy, es precisamente este momento el más bello. Ya no tengo miedo a extrañarte, ya no tengo miedo a reír con mis pensamientos e imaginar que hubiese pasado, porque ya pasó. Estuviste aquí, estuviste allí y estuvimos juntos. Lo demás queda para otros.

Si no te vuelvo a ver, qué más da. Son esos recuerdos los que se detienen y quedan quietos en mi memoria y me permiten pensar que lo nuestro es eterno. Para siempre.