Sólo por hoy, y para siempre.
Son esos momentos únicos,
aquellos que te hacen perder la noción del tiempo. La rapidez de los segundos y
lo inevitable que es saber que todo tiene que terminar. Todo termina, tiene un
inicio e inevitablemente te guarda una despedida que no siempre va a acorde con
lo que sueñas y quieres. Estas allí, estoy aquí, estamos juntos y nada más
importa. Los segundos avanzan sin ningún temor, estas a lado mío; ya no es
necesario esperar más; porque eres real, te veo y ya no hay pasado que importe
ni futuro que aguarde. Es hoy, es precisamente este momento el más bello. Ya no
tengo miedo a extrañarte, ya no tengo miedo a reír con mis pensamientos e
imaginar que hubiese pasado, porque ya pasó. Estuviste aquí, estuviste allí y
estuvimos juntos. Lo demás queda para otros.
Si no te vuelvo a ver, qué más
da. Son esos recuerdos los que se detienen y quedan quietos en mi memoria y me
permiten pensar que lo nuestro es eterno. Para siempre.