13 de octubre de 2014

MAÑANAS INVISIBLES


He escuchado decir muchas veces esta frase: “no dejes que tu miedo pueda más que tú” y la verdad que han sido tantas que hasta empecé a tenerle miedo a ese “miedo” hasta que decidí ser indiferente a lo que muchos decían y a lo que significaba esa palabra. Siempre he amado soñar a escondidas, ocultar mis sueños tras sonrisas fugaces, dibujar esos mañanas perfectos que si no son reales pueden serlo en mi mente, ahí nadie interviene, un mañana en donde pueda escribir una historia diferente, donde pueda recordar el ayer con un respiro de alivio, de experiencia, de aprendizaje, y caminar hacia adelante sin arrepentirme da nada. Que cada palabra que haya dicho de corazón la recuerde como una tarea cumplida, y que no vengan lamentos por algo que en su momento desee hacer. Buscar en cada detalle un motivo más para decidir ser feliz. No ignorar a los que necesitan hablarme. Un mañana en donde sienta que el destino se convirtió en mi aliado para sentir un día mejor, donde pueda cerrar los ojos y sólo imaginar que hoy sólo vale reír y soñar. No hay lágrimas, no hay lamentos, sólo hay esperanza, fe, y sueños por cumplir, que vendrán y que serán tu mejor anécdota para recordar.