Algo de pronto despierta en mí,
algo que me hace dar cuenta de todo lo que viví este año; un año donde
compartí consciente y sonriente una soledad que había anhelado por mucho
tiempo, una soledad que me hacia falta y que me permitió entender lo que fallaba en mí y lo que necesitaba
ser atendido. Entendí que no siempre el sentir a alguien contigo de forma
abrupta será la cura para tus males, que muchas veces no será esa persona la
que te ayude en lo que está mal, sino que partirá de tu propia firmeza y las
ganas de ser mejor para cambiar lo que no te gusta.
Un año en donde por fin entendí
que debo mejorar muchas cosas, que el día sólo me da 24 horas para trabajar en
lo que amo que solo tengo 7 días a la semana para entender el por qué de todo.
El seguir soñando con lo que algún día tendré y con lo que no, ser consciente
de eso también. El sentir otras manos junto a las mías y a reflexionar que
pronto, por la ley de la vida, alguien nuevo vendrá, un amigo; un nuevo amor;
una nueva aventura. Eso aún nadie lo sabe.
Estos 365 días indirectamente, me
enseñaron a que todo no viene en bandeja de plata; que los errores son parte de
los grandes éxitos que logres en la vida; en los triunfos que logres conseguir
y en las ganas que le pongas a todo eso.
En algún punto del día, por
minutos o hasta horas piensas que ya nada tiene sentido; que es mejor renunciar
a lo que quieres y dejarlo pasar. Eso también considéralo parte de tu carrera
personal; como muestra de los altibajos que existen. Alguien especial me dijo
una vez que en cualquier objetivo personal que tengas antes de alcanzar lo más
alto, tendrás que retroceder muchas veces un escalón para luego subir dos
(¡Gracias! Me ayudaste mucho)
El amor para algunos se convierte
en un cliché tradicional, pero no es así; el amor es vital y el que diga que
no; se equivoca. Somos seres humanos y necesitamos de energía para avanzar.
Pero nunca dejemos que la confusión nos invada, entendamos que si bien es
cierto el amor es lo más hermoso; la dependencia no será así. Nos hicieron
libres; y debemos continuar así; amándonos sin prejuicios, sin hipocresías y
con la firme convicción de que el amor no todo lo puede; que somos nosotros los que siendo capaces de analizar cada detalle de la vida lograremos transformar
con esfuerzo lo que para otros no tiene sentido.
Decidí hacer un post largo,
porque entiendo que todas mis ideas no caben en cuatro renglones y que mis
deseos para el 2012 jamás podrán alcanzar en una frase convencional. Gracias
por ser parte de este proyecto que se inició, siendo sincera, con temor y
desconfianza.
Ahora, poco a poco todo está cambiando.
FELIZ 2012, de corazón.