Es temprano. Sigo echada en mi cama. Me pregunto qué
estás haciendo. Veo de lejos el teléfono. Busco la forma de comunicarme
contigo, de encontrar la forma de tenerte cerca, de olvidar el mundo y
completarlo entre los dos, en hallar la manera de detener el tiempo, de hacer
que los dos minutos que podemos estar juntos, se conviertan en años. En que
todo valga, en que nada sea prohibido. En encontrarte por fin. En besarte, en
mirarte, en amarte.
Vuelvo en si y me doy cuenta que
acabo de despertar por fin. No estás aquí, soy consciente de eso. Te vuelvo a
extrañar. Siento que no es necesidad. Realmente no sé que es, se siente raro. Me acuerdo de ti, de todo lo que mi imaginación alcanza
crear, lo que podríamos estar haciendo, lo que está prohibido y lo que no. Lo
maravilloso que seria que entre los dos no existiera tabúes que nos detengan, y
que se completara mi más grande deseo, estar juntos. Que no haya la necesidad
de nada, sino de acompañarnos, de protegernos. Sin egoísmos, sin mezquindad.
Estoy viendo el color de tus ojos, la forma de decirme que me quieres, te beso;
se siente perfecto. No puedo rechazarlos, sigo besándote; rodeo tu cuello con mis manos y
todo está bien, como debe estar. Ya no existe nada más. Estas aquí. Estoy
contigo, estás conmigo. Estamos juntos.
1 comentario:
Que hermosa entrada! de verdad es muy bella.
Solo un consejín. cuidado con los sueños, porque tal vez cuando se vuelvan realidad, no sea lo que soñabas y los extrañes :/ (me paso :(
nada en fin. siempre me gusta pasarme por aquí.
besos dulces =)
Publicar un comentario