No quiero saber. No quiero saber
cuál es el problema. No quiero saber tus razones. No quiero intentar adivinar por qué no te gustan los días soleados, en vez de eso, quiero
entender lo importante que es para ti compartir ese fastidio conmigo, sabiendo
que a pesar de no ser el mejor día, estamos ahí. Tal vez en ese momento no
mirando a una misma dirección, más sí reconociendo donde están las señales del
camino y si nos animamos, voltearemos y las seguiremos. Quiero saber tus propósitos.
Qué tal si me guías para entenderte. Yo no diré nada, sólo te seguiré.
Intentaré ser más comprensiva, menos sabia, más humana, menos crítica y más
conciliadora. Ya no quiero saber por qué la lluvia es especial, quiero saber
cómo logró enamorarte. Quiero saber cómo escucharte. Aprender a reconocer tu
silencio y si me dejas, amarlo. Que digamos nuestros nombres como clave secreta
y que sepamos que el camino más difícil, es el más excitante de explorar. Sigo
sin querer saber el problema, en vez de eso, ¿me ayudas a ver la solución?
11 comentarios:
Hola! Me acabo de abrir un blog, agradecería mucho que le echaseis un vistazo :)
http://ungatopanzaarriba.blogspot.com.es/
Gracias!! Besos
Espero que te haya guiado a la solución.
Un beso grande desde México.
Realmente llega lo que escribes. Te sigo. Un saludo.
muy buena..
Me gusta tus escritos te sigo :)
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