21 de noviembre de 2010

GESTOS & MIRADAS


Como todas las pláticas de lunes por la tarde, aún conservaba aquellos gestos misteriosos que siempre llamó mi atención. No quería encontrar la respuesta de ello; simplemente sonreír con él, vivir con él, amar con él. En ocasiones siempre me preguntaba qué había pasado en su vida, pero su silencio ya era suficiente respuesta para sospechar lo que había ocurrido. Su mirada y luego una caricia eran los ingredientes de una tarde perfecta, de un momento ideal.

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