Hace poco, alguien me contó lo difícil que es cruzar el camino cuando has decido amar sin frenos, alejando la posibilidad que algún día podrías terminar accidentada y con rupturas violentas, heridas graves y un dolor incontrolable. Cuando aquella persona nunca estuvo dispuesta a entregar la misma cantidad de emoción, pasión, fuerza y amor a lo que más quieres… formándole lágrimas en los ojos iba narrando cada escena amarga en la cual ella había sido la protagonista. Nunca pensó estar en esa situación, siempre iba riéndose de cada hecho irónico de la vida, hasta que se dio cuenta que había llegado la hora de sufrir, sin preparación alguna, se presenta ante aquel hecho con alguna ilusión fría y desperdiciada que todo volvería a su estado original, mas nunca volvió. Aún busca encontrar esperanzas fantasmas que vayan en contra de la realidad. No entiende que existe un remedio infalible, que puede convertirse en el mejor aliado: El olvido.
1 comentario:
Es que esto es increíble, también estuve con alguien que nunca estuvo dispuesta a entregar la misma cantidad de emoción, pasión, fuerza y amor.. Jamás sentí este dolor que, llegó tan de repente.. Y nunca, nunca más volvió. Y aun trato de comprender como alguien que dice amarte hoy, días después ya no sienta nada.. No lo comprendo.. Supongo que estás en lo cierto.. Mi mejor aliado será el olvido.
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