13 de septiembre de 2010

CAFÉ (PARTE I)


Al imaginar la posibilidad de volverlo a ver después de tanto tiempo fue motivador. No buscaba encontrar en él lo que mi mente intentó olvidar por más de siete años pero mi corazón aún latía sin cesar y sin ninguna explicación tan sólo con sentir su presencia:

Tanto tiempo – Se dirigió a mí
Sí, muchos años – Dije nerviosa y sólo mirando el norte, mas no sus ojos caramelo
¿Cómo has estado?, Te he echado de menos
Bien, viviendo lo que tengo que vivir – respondí con un tono irónico

Sólo nos miramos por unos segundos y nos sentamos frente a frente. No podía explicarle lo que aún sentía por él, sonaría ilógico e irracional. Creí en una fantasía juvenil que después de tantos años se convirtió en una triste novela europea. Sólo busqué un momento para memorizar su rostro, y nunca más olvidarme de él. Mi intención ya no es recuperar aquella sensación que hicieron de mí una persona soñadora, sólo quiero volver a sentir su presencia. Decidí por segunda vez darle una oportunidad a mi destino y esperar que sólo él me de las claves para encontrar el camino correcto. Sentí que mi deseo se convirtió en un hecho real entonces lo miré, lo contemplé y lo amé...

No hay comentarios: