14 de septiembre de 2010

CAFÉ (PARTE II)


Tres horas después y aún estaba allí, frente a mí. Con aquellos ojos que siempre me enamoraron y que nunca fui capaz de decirle. La verdad que en aquel momento los detalles sobraban me sentí tan completa y feliz que después de tanto tiempo él por fin estuviera en el mismo espacio que yo y compartiendo la misma velocidad del tiempo. Fue increíble como el destino se encargo de volver los recuerdos en tan sólo segundos, y que por fin tome en cuenta que él siempre fue mi destino. No sé qué pensará él de todo esto. La verdad que tras aquella bella sensación que siento en mi cuerpo, se escondía el terrible miedo de un segundo adiós, sé que es difícil pero tendría que asumirlo y darme cuenta que, tal vez aquel encuentro sólo fue mi destino mas no de él y que tras aquella sonrisa encantadora, guarda también sus propios motivos, sus propias razones. Es difícil ahuyentar la felicidad que sentía cuando cruzamos las miradas cual adolescentes en primavera, ya han pasado muchos años y quiero entender que esto es sólo una historia pasajera que después de veinte minutos acabará.
- ¿En qué piensas? – Preguntó, sonriendo

(Levanté la mirada y quise que aquellos dos segundos que tenia permitido para hacerlo, se conviertan en una eternidad)

- En nuestra segunda despedida – Dije seriamente.

Él sólo miró hacia el otro extremo de la calle, sonrió.

No quise perder el tiempo pensando en mi futura agonía, sólo cojí su brazo y me recosté en su hombro, vaya que fue una sensación que hasta ahora no puedo olvidar.

Después de aquella tarde, antes de dormir rezo, para que en mis sueños al menos pueda recordar ese momento que mi memoria quiere olvidar, mas no mi corazón.

2 comentarios:

Espérame en Siberia dijo...

¡Todo un honor leerte, bella! :D

Mucho éxito y buenaventuranza.

Anónimo dijo...

Encantadaaa Lu, me encato el Título, es tan intrigante :)